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Domingo 23 Abril 2017
Irritabilidad, agresividad, hiperactividad, déficit de atención, retraso del desarrollo, trastorno de oposición desafiante, … son todos síntomas que se dan con frecuencia en personas alcohólicas. Pero al alcohol también puede provocar todo lo contrario: depresión, hipo-actividad, somnolencia, neblina mental, apatía social, ansiedad, etc. 
Si una persona no ingiere ni una sola gota de alcohol de ninguna forma, entonces, ¿cómo es posible que manifieste comportamientos propios de una persona alcohólica?
La respuesta es: una candidiasis intestinal. En este artículo discutiremos el tema de la candidiasis y el desarrollo fúngico: cómo diagnosticarlo, sus causas, consecuencias y formas de tratarlo.

 
HOLACándida es un hongo con forma de levadura que puede desarrollarse en diferentes partes del cuerpo, como la boca, vagina y tracto gastrointestinal, cuando se dan las condiciones propicias. Como todo hongo, lo que necesita es comida azucarada abundante, un pH ácido, calor y humedad. 
El foco de origen de la candidiasis vaginal y bucal es el intestino; es decir, se suele desarrollar en el intestino en primer lugar, y luego emigrar a otras partes del cuerpo. La cándida puede incluso encontrarse en sangre.
La cándida se alimenta de carbohidratos (granos o cereales, legumbres y patata) y azúcares (lactosa y sacarosa principalmente) que no son digeridos completamente por la persona. Esto es debido a una intolerancia a estos alimentos, debido a una producción insuficiente de las enzimas amilasa en la saliva y páncreas; y/o maltasa, lactasa y sacarasa en el intestino. También puede deberse a otras circunstancias, como por ejemplo, una combinación de alimentos inadecuada, o un exceso de ingesta de dichos alimentos que supera las posibilidades digestivas de la persona, o cualquier circunstancia que altere la buena digestión de carbohidratos y azúcares (consultar aquí otros factores, y en este otro artículo los principios de combinación de los alimentos)
Cándida no es el único hongo que puede instalarse en el intestino; existe una gran variedad de hongos, como saccharomices y aspergillus. Todos ellos se alimentan de carbohidratos y azúcares, y como resultado de su digestión, producen principalmente CO2, amoníaco, y alcoholes, además de más de 80 residuos tóxicos diferentes como el ácido tartárico, la arabinosa, etc. Es la llamada fermentación alcohólica, que también es la base de la producción del vino y bebidas alcohólicas. 
El alcohol más tóxico producido por las levaduras, y que afecta de forma más importante el cerebro, es el acetaldehído. Solamente el acetaldehído, sin tener el cuenta el resto de substancias tóxicas producidas por las levaduras, da una larga lista de afecciones. A continuación se nombran algunas de ellas:
* Molestias gastro-intestinales: diarrea, estreñimiento, gases, dolor abdominal, 
* Daños en el hígado, páncreas, estómago, intestino, etc. Lo cual conlleva una todavía peor digestión de todo tipo de alimentos y una carencia en todo tipo de nutrientes.
* Daño en el sistema nervioso central (cerebro) y periférico (nervios), con las consecuentes enfermedades mentales, psicológicas, neurológicas, del comportamiento, neuropatías, neuralgias, etc.
* Disminuida capacidad de detoxificación de otras substancias tóxicas procedentes del exterior o del metabolismo interno.
* Alteraciones hormonales, síndrome pre-menstrual
* Enfermedades auto-inmunes
Existen numerosos tratamientos disponibles de tipo farmacológicos, con una gran variedad de antifúngicos químicos (como el fluconazol)  o naturales (como el extracto de semilla de pomelo conocido comercialmente como Citrobiotic, el aceite de coco, multitud de diferentes hierbas y aceites esenciales, el ajo, etc.), también dependiendo de la zona del cuerpo afectada. Pero como ya se ha mencionado, el origen de toda candidiasis es el intestino. Por lo tanto, es la cándida intestinal la que debe ser atendida finalmente.
Estos medicamentos químicos o naturales, suelen ser bastante efectivos a corto plazo. El problema es que la candidiasis vuelve a aparecer al poco tiempo si no se han eliminado las causas. Y las causas son, como se ha dicho anteriormente, la mala digestión de los carbohidratos y azúcares, la cual puede tener a su vez como origen numerosas circunstancias, como se puede leer este otro artículo. Una vez se ha identificado la causa, se tratará de poner remedio a ésta. Así, por ejemplo, si el problema es una situación de estrés se buscará la forma de solucionar este estrés; si es el uso de antibióticos quizás será necesario tomar probióticos; si la dieta es inadecuada se recomendarán unos cambios en los hábitos alimenticios; etc.
Para confirmar que los problemas de salud que padece proceden de una candidiasis o una proliferación de levaduras, es posible hacer diferentes análisis clínicos: anticuerpos en sangre, presencia de levaduras en heces y metabolitos fúngicos en la orina. 
 

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Sábado 22 Abril 2017
Aunque en el mundo occidental no se sufre hambre, la malnutrición es muy frecuente en la mayoría de niños y adultos. Pero debido a que los síntomas de una falta de nutrientes son presentes en la mayoría de las personas, lo consideramos normal. 
En este artículo me gustaría alertar a los padres sobre el peligro que tanto nosotros como nuestros hijos corremos, debido a nuestra alimentación y estilo de vida incorrecto. Y mostrar cómo identificar un posible caso de malnutrición.

 
HOLAHerbert Shelton (1) dice que “Un niño puede ser normal, a nivel de altura y peso, pero presentar evidencias de malnutrición. Un niño con sobrepeso puede estar malnutrido. 
Los síntomas más frecuentes de malnutrición son:
* piel delicada y seca, pálida o como de cera o amarillenta,
* uñas frágiles y quebradizas,
* círculos azules o oscuros alrededor de los ojos,
* piel flácida, músculos subdesarrollados, hombros redondos, omóplatos prominentes, postura cansada, abdomen prominente
* irritabilidad, falta de atención y/o escucha, pereza, fatiga física y/o mental, retraso mental, disposición temperamental, falta de curiosidad y de concentración,
* suelen tener también muchas manías con la comida.
No es necesario presentar todos los síntomas, el hecho de presentar alguno ya es indicativo de una posible malnutrición.”
Hay muchos otros síntomas comúnmente presentes en nuestros niños actualmente, relacionados con una nutrición deficiente. Enfermedades otorrinolaringológicas a repetición; problemas del aprendizaje y del comportamiento; problemas dentales, como caries o la necesidad de ortodoncia, y de los huesos, como escoliosis y los pies planos; problemas de visión y la necesidad de llevar gafas; etc.
La malnutrición no significa que la persona no come suficiente, sino todo lo contrario. En nuestro mundo occidental, paradójicamente una nutrición deficiente procede de un exceso de ingesta de alimentos, o la consumición de alimentos inadecuados. 
Shelton dice que “Una alimentación excesiva implica inanición, sea porque el bebé es alimentado en exceso porque llora debido a que ha comido demasiado, sea porque el adulto glutoniza porque es adicto a la comida y ansía la misma estimulación”.
Las deficiencias desde el punto de vista del estilo de vida que pueden también acarrear problemas de salud son la falta de exposición al sol, la falta de descanso y sueño, la falta de ejercicio, la falta de cariño, aire y agua contaminados; o también puede tratarse de un exceso de habitudes insanas, como formas de divertimento insaludables o la exposición crónica a ciertos tipos de toxicidad (medicinas, vacunas, y todo tipo de productos químicos).
En cualquier caso, cuando una persona sufre una enfermedad, y sigue un estilo de vida estándar y un tipo de alimentación considerada por la medicina convencional como “balanceada”, entonces no estás siguiendo una alimentación sana. La mayoría de los alimentos que son considerados normalmente sanos no lo son en realidad. Un/a nutricionista podrá ayudarte a encontrar dónde está el problema en tu alimentación, para que puedas vivir realmente bien nutrido (living fully nourished)
Puedes leer más detalles sobre las causas de la malnutrición en este otro artículo

Referencias:
(1) Hygienic Systems Vol. II, “The science and fine art of food and nutrition”, by Herbert M. Shelton.










 

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Domingo 12 Febrero 2017
En este artículo anterior introducía la estrecha relación entre cuerpo y mente; y concluía que cualquier enfermedad física y/o psicológica tiene como origen una perturbación a nivel físico y/o psicológico. 
En este presente artículo me gustaría centrarme sobre la influencia de los desarreglos físicos sobre las enfermedades psicológicas, y más concretamente, hasta qué punto la nutrición puede cambiar nuestra mente.

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Domingo 12 Febrero 2017
Síndrome de Raynaud, hormigueo, entumecimiento, calambres, fatiga, falta de concentración, somnolencia, uñas quebradizas, caída del cabello ... estas enfermedades pueden tener diversos orígenes, pero uno de los más importantes es un problema del sistema circulatorio que impide que llegue energía suficiente a las extremidades y al cerebro. 
Después de haber sufrido estas enfermedades durante muchos años, os explico las conclusiones a las que he llegado sobre la influencia de la nutrición y los hábitos de vida como el dormir y el ejercicio.

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Martes 7 Febrero 2017
Todos anhelamos obtener el máximo de nuestras capacidades mentales, pero la mayoría de las personas, desde los niños hasta los ancianos, viven con algún tipo de capacidad mental subóptima, o bien, alguna función seriamente afectada: falta de memoria, déficit de atención, problemas del aprendizaje, desórdenes del comportamiento, bajo rendimiento académico y laboral, despistes, hiperactividad, … hasta autismo, Parkinson, Alzheimer, etc.
Todos estos problemas se pueden mejorar con diferentes terapias que estimulan la función cerebral, pero resulta muy difícil mejorar en estos aspectos cuando hay un problema a nivel fisiológico, el cual puede estar causado por una incorrecta alimentación.
En este artículo podrás descubrir si tu dieta es suficientemente sana para sostener unas funciones cerebrales óptimas. 


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